INTRO

domingo, 28 de mayo de 2006
NONSENSE

Casio me dijo que eran las cuatro en punto cuando el tren numero doce con destino Venecia enfilaba una turbia borrasca encima de la ciudad de Neón. Abajo, a miles de metros bajo nuestros pies, sus gentes despertaban de un letargo de cientos de años para emigrar hacia el monte Fuji y rendir tributo a Baphomet.

Una gran bandada de emperadores nos adelantaba progresivamente por nuestra derecha, cuando el tren, retorciendose como una enorme y humeante anguila de metal, volcó sobre su costado izquierdo; los vagones de cola salieron disparados contra algunos pingüinos rezagados. La gente reventaba contra los cristales o salía disparada hacia fuera por los que estaban rotos.

Yo me alcé sobre las cabezas de mis congéneres y pisando sobre ellas me encaramé al techo a la par que éste se convertía en suelo. El caos se apoderó del ambiente: sangre, fuego, humo, gritos de desesperación, olor a carne quemada. Logré salir al exterior y aterrorizado, saltar al vacio al tiempo que el tren se incrustaba contra un satélite palestino en obras en la órbita del planeta y estallaba en mil pedazos que cayeron algún cualquier océano abandonado.

Tras caer durante una eterna puesta de sol di a parar en una vasta porción de tierra donde no se veía el horizonte, un prado tupido de azul hasta donde alcanzaba la vista. Magullado y aturdido permanecí largo rato tumbado, cuando una gutural voz me hizo incorporarme. A no más de diez segundos a mi derecha vi un Señor Panda, que me miró con indiferencia cuando comencé a acercarme a él.

- Disculpe, amigo, ¿donde estoy? -le pregunté. El Señor Panda me lanzó una escrutadora mirada y dijo en un susurro:

- Estás, sin lugar a dudas, en el comienzo de tu aventura.


Este relato formato .zip lo escribí hace algun tiempo, y ahora lo publico aquí con algun retoque. Espero que os guste u os diguste, cualquier cosa antes que producir indiferencia.


Mi nombre es Julio Segura, y bueno, ya me ireis conociendo.

Namaste, and good luck. xD

1 comentarios:

sergio dijo...

vaya.. realmente hay que tener imaginación para escribir un relato como este. Me ha transmitido la misma sensación que cuando leí la torre oscura de Stephen King. Tienes pensado alguna continuación? Creo que tendría potencial para un corto. Un chaval en un tren normal montándose toda esta historia en la cabeza y únicamente escuchandose la voz en off y los efectos de sonido de lo que está imaginando. Y metiendo por medio alguna imagen de archivo (panda, tren descarrilando etc)